Zang Liam "Zarpa Blanda"

Mi nombre es Zang Liam “Zarpa Blanda”, eremita panda del aire.

Nacido en la Aldea del Loto Pardo, a orillas del rio de Pong, nuestra familia cultivaba bambú y arroz a los pies del monte Ming, nuestra comunidad placida y sosegada vivía alejada de los problemas de la corte y las disputas entre los clanes. Hasta que un día, los bandidos liderados por la Malvada Lin Zhao, ataco nuestra aldea para apoderarse de la zona y establecer su base, todo rastro de mis ancestros fue eliminado de la historia, por las violentas refriegas y la destrucción de Lin Zhao. Mi madre Tang antes de morir me dejo un caparazón de Kappa que su padre había conservado de las batallas de mis ancestros contra estos seres en las playas de Ryuma, y me lanzo rio abajo para alejarme de la destrucción.

Viaje rio abajo durante varios días hasta que una amable pareja de ancianos me rescato y ver la nota, fue a comunicárselo a la guardia para que tomaran medidas en el norte contra Lin Zhao, pero no era su territorio, ya que pertenecía al círculo del aire y no al del agua, al que ellos pertenecían. Cuando las autoridades del aire llegaron, la zona no ofrecía el aspecto que antaño había tenido. Mi vida fue entregada al templo del Agua, para que me entrenaran hasta que mis cualidades se desarrollaran hacia uno de los elementos, pronto quedó patente que mis habilidades como luchador, no eran adecuadas, pero mis capacidades para tratar las heridas de mis compañeros, mediante medicina tradicional eran sobresalientes.

Así pues fui trasladado a la corte del agua en la playa de Ryoma  para aprender las artes médicas, despunte rápidamente en estas capacidades y después de mi  ciclo de aprendizaje. Fui enviado de vuelta al templo del Aire, ya que mis aptitudes naturales era de dicho elemento. Años han pasado desde mis comienzos como un pequeño y juguetón panda. Y dura ha sido mi vida, mas no guardo rencor ya que en mi corazón solo cabe bondad. He comprendido que el odio genera más odio y que la paz solo se puede traer mediante actos de fe en los demás. Pero hace poco todo cambio, vi el mal corromper a mis compañeros, nada podían mis capacidades apaciguar sus almas y restaurar sus lazos de equilibrio con los elementos. El desequilibrio, un elemento nuevo había entrado en nuestro circulo de los elementos ancestrales, la oscuridad que traía destrucción y mal allá donde su magia llegaba.

Solo había una solución, unos extranjeros habían llegado e intenta ayudarnos a restaurar el equilibrio. La decisión había sido tomada, no por mi directamente sino porque los espíritus habían indicado que era el momento de tomar partido. Solicite el beneplácito del circulo de ancianos para partir y unirme a los extranjeros y  des esta manera restaurar en el equilibrio de la naturaleza.