Escuela de espada Karlof, sé el emperador del acero
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Escuela de espada Karlof, sé el emperador del acero
«Una caja enjoyada da para mucho, bueno las joyas de la caja dan para mucho»
La Escuela de espada Karlof a abierto su primera sala de armas en Fragua de Jade, pero hay planes de expansión según gane prestigio el sistema creado por su fundador Alexander Karlof I. Por ahora es un compendio de tretas y como contra restarlas, pero en los cortos y escasos momentos de tranquilidad Karlof esta redactando el cuerpo central de su obra.
Pero mientras todo eso no sucede es posible acercarse a la sala de armas y recibir la formación de la forma tradicional, de maestro a aprendiz, con el acero entre las manos y con más practica que teoría.
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Dominio: 0
La Escuela de espada Karlof a abierto su primera sala de armas en Fragua de Jade, pero hay planes de expansión según gane prestigio el sistema creado por su fundador Alexander Karlof I. Por ahora es un compendio de tretas y como contra restarlas, pero en los cortos y escasos momentos de tranquilidad Karlof esta redactando el cuerpo central de su obra.
Pero mientras todo eso no sucede es posible acercarse a la sala de armas y recibir la formación de la forma tradicional, de maestro a aprendiz, con el acero entre las manos y con más practica que teoría.
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Re: Escuela de espada Karlof, sé el emperador del acero
Karlof estaba sentado a la luz de un farol robandole horas al sueño para progresar en la escritura de su tratado de esgrima cuando notó una presencia familiar. Pequeño Saltamontes se le acercó envuelto en una manta y se acurrucó bajo su brazo observando con interés que escribía su compañero de aventuras.
—¿No deberías estar durmiendo? —preguntó Karlof dejando a un lado la pluma.
—No podía dormir, el viento de la costa me ha enfriado los pies y no dejo de estornudar —dijo sorbiendo los mocos.
—Moveré tu saco de dormir más cerca del brasero, sigues teniendo muy mala cara.
—¿Y me contaras un cuento como haces siempre?
—Claro, Pequeño. Deja que termine de escribir este párrafo —Karlof le dedicó una cálida sonrisa y apuró a plasmar sus ideas antes de olvidarlas.
—¿Como haces para no tener mocos?
—Duermo con los calcetines puestos —bromeó Karlof.
—Me refiero a como haces para no cansarte, enfermar y esas cosas malas —Pequeño Saltamontes se arrebujó en su manta.
—Pues hago ejercicio, como bien... No sé, desde que tengo memoria siempre he tenido buena salud, pero claro, a mi me tenían todo el día trabajando. De echo en este libro que escribo doy unas rutinas para tener un buen fondo, es importante para ser un buen espadachín.
—Quiero aprender a ser fuerte, ¿me enseñas?, ¡¿me enseñas?! —Pequeño Saltamontes se revolvió ilusionado con la idea.
—Claro, Pequeño, pero mañana. Ahora toca dormir —Karlof dejó la pluma a un lado y sus notas a buen recaudo.
—Y que me cuentes un cuento.
—Claro, Pequeño —Karlof cogió al niño en brazos y se encaminó al brasero—. Te contaré la historia de una pirata que conocí hace tiempo...
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Karlof entrenará «Endurance» con Pequeño Saltamontes
—¿No deberías estar durmiendo? —preguntó Karlof dejando a un lado la pluma.
—No podía dormir, el viento de la costa me ha enfriado los pies y no dejo de estornudar —dijo sorbiendo los mocos.
—Moveré tu saco de dormir más cerca del brasero, sigues teniendo muy mala cara.
—¿Y me contaras un cuento como haces siempre?
—Claro, Pequeño. Deja que termine de escribir este párrafo —Karlof le dedicó una cálida sonrisa y apuró a plasmar sus ideas antes de olvidarlas.
—¿Como haces para no tener mocos?
—Duermo con los calcetines puestos —bromeó Karlof.
—Me refiero a como haces para no cansarte, enfermar y esas cosas malas —Pequeño Saltamontes se arrebujó en su manta.
—Pues hago ejercicio, como bien... No sé, desde que tengo memoria siempre he tenido buena salud, pero claro, a mi me tenían todo el día trabajando. De echo en este libro que escribo doy unas rutinas para tener un buen fondo, es importante para ser un buen espadachín.
—Quiero aprender a ser fuerte, ¿me enseñas?, ¡¿me enseñas?! —Pequeño Saltamontes se revolvió ilusionado con la idea.
—Claro, Pequeño, pero mañana. Ahora toca dormir —Karlof dejó la pluma a un lado y sus notas a buen recaudo.
—Y que me cuentes un cuento.
—Claro, Pequeño —Karlof cogió al niño en brazos y se encaminó al brasero—. Te contaré la historia de una pirata que conocí hace tiempo...
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Karlof entrenará «Endurance» con Pequeño Saltamontes
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