Killian Senshi; Coraje, Deber y Honor

Hijo del actual Almirante de la flota Aérea de Timidez, Killian fue recogido por su padre cuando tan solo era un bebe. Kaizoku aún no le ha confesado quien es su madre a día de hoy.

Fue acogido por la tropa del Leviathan y vivió y creció desde su infancia hasta su adolescencia en ese maldito y odioso barco volador. Entre el ruido de los sables y las explosiones de los cañones que día tras día atormentaron su infancia viendo como el malparido de su padre utilizaba esa joya de la primera era como arma para ejercer el perverso oficio de la piratería.

Killian estaba presente en la "Batalla de las Tres Estrellas" en las que el pirata doblegó con tan solo su barco y una decena de lanzaderas de apoyo al grueso de la flota aérea de Timidez. Una victoria que le llevó a obtener el almirantazgo de esa flota como recompensa. Aunque en realidad fue una amenaza velada, puesto que la única razón que tenía para no eliminar esa flota cuando la tenía contra las cuerdas era el propio derecho de pasar a dirigirla.

En ese momento mi adolescencia fue un pequeño problema que las nuevas influencias de mi padre pudieron solucionar. Pasé a entrar en la escuela de guerra de la Séptima Legión, un lugar donde encontré mi verdadera pasión, mi hogar y mi razón para vivir y luchar. Me gradué con honores en la escuela y pasé al servicio activo del mejor y más noble ejército de toda creación.

Tras unos años sirviendo en la guerra, defendiendo a los inocentes y demostrando mi valor me di cuenta de lo que suponía la sombra de mi padre sobre mi carrera. Su pasado de piratería era bien conocido en la Séptima Legión, y pese a que el mérito de toda su aportación a la Séptima era bien reconocido, la piratería era algo terminantemente vetado en la ciudad, y por ello el privilegio de Kaizoku y el Leviathan algo denostado por todo lo que significaba.

Mi objetivo ha sido y será demostrar a tan honorable organización que mi esfuerzo y mi vida están por encima de la sombra de mi padre, serviré a mi Legión allí donde se me pida, daré mi vida si es necesario y mantendré con honor y con coraje mi firme determinación de cumplir mi Deber.

Ese deber me llevó hasta el Santuario. Tras la noticia de que nuestros extraños aliados comenzarían una ofensiva que aligeraría la carga bélica sobre nuestros muros el alto mando del ejercito y Daisuke Fuego Candente me mandaron a mi y a una serie de voluntarios a ayudar en ese esfuerzo bélico que podría decantar finalmente la guerra.

Las Aguas Mansas de Nick Gates fue mi destino, y la batalla contra la Sacerdotisa del Hambre el despertar de la Sangre de Dragón que dormía en mi interior.

Ahora soy un Exaltado, y tengo una misión que cumplir, y bien saben los Dragones Inmacualdos que no pararé hasta que la Séptima Legión clave su estandarte Ardiente sobre el pecho sin vida del último de los Señores de la Muerte.