Cronica de Shar

Esta Cronica cuenta las aventuras de Edel, Telmo, Cordio y Laucian

¡DIOS, QUE ABURRIMIENTO! pensaba para mis adentros mientras me encontraba en la posada más mugrienta de todo Eveningstar, con la cerveza más pasable que me podría imaginar y con unas ganas locas de que el día acabase, ver el atardecer y sumirme en mis pensamientos.
Al menos ahí puedo ser lo que yo quiera.
Posada "Mano de bienvenida". Mano sucia diría yo. Sonreí sola por esa ocurrencia y mi sonrisa pudo parecer un amago de invitación a la gente que fue ocupando mi mesa. O quizá ya estaban allí, no se. Nunca me fijo en esas cosas.
Eran el gnomo, el enano y Laucian, el Elfo.

El gnomo extiende un mapa sobre la mesa, que ha llegado a él de una forma un tanto peculiar. Una persona precavida hubiese pensado que podría ser una trampa y descartar la idea pero, ¡qué demonios! la riqueza no me va a llegar sola: nos lanzamos a la aventura por el Bosque del Rey durante tres días.

Qué puedo decir del Bosque del Rey: otrora élfico, ahora contaminado (musgo y árboles pudriéndose, osos muertos por enfermedad). No hace falta que diga de quién ha sido la culpa. Bueno, no se de quién puede haber sido pero mira, antes no estaba así.

Una de las cosas que se me da bien es percibir cosas. No creo que llegue a ser algo extrasensorial e innato en mi. No es que no confíe en mis habilidades.. pero se que al menos eso se me da bien. Y divisé un campamento orco a lo lejos en la primera jornada.
Podíamos haberlo rodeado, no buscarnos problemas. Aunque bueno, no me queda claro si ellos nos habrían visto de otra manera.. ya que algunos más aprovechaban la vegetación para esconderse que asco, siempre sucios.. puede que sean la causa de la corrupción del bosque, al limpiarse su piel... Un escalofrío sólo de pensarlo.
El caso es que el enano.. CORDIO, cómo olvidarme. Cargó contra ellos cuando aún había distancia entre nosotros. Al parecer les tiene rabia porque un familiar fue muerto a manos de orcos... algo así. Una pena. Al parecer el también quería morir así, porque tuve que acercarme y curar mediante magia el primer golpe que recibió, que casi lo deja en el suelo.
Esa acción me dejó totalmente desprevenida y los orcos aprovecharon para dejarme también malherida.
Menos mal que estaba Telmo allí, si no no lo habría contado. El gnomo me ayudó a continuar la batalla.
Cordio y Laucian se desenvuelven muy bien en combate, (¡incluso parece que compiten!) y Telmo da aliento al grupo: heroicidad completa.
Con un grupo así es probable que nuestras aventuras se cuenten pronto a los cuatro vientos ¡¡Wiiiii!!
Nos deshicimos de los cadáveres tocándolos con NUESTRAS MANOS (puaj) y los apartamos del camino antes de proseguir la jornada.

Huellas de trasgo fueron detectadas por Telmo y por mí y siguiéndolas nos llevaron hacia la torre. Y después del combate contra los fétidos trasgos, sus fétidos ropajes y sus -menos que ellos- fétidos perros, averiguamos como entrar en un palacio de las sombras, que según Telmo pertenece a otro plano.
El acceso nos fue garantizado por una suerte de combinación entre luz, magia y espejos.
Un lugar lleno de misterio y tesoros nos espera.

Papá, prepárate.