V'neef Dragan

Los primeros años de la vida de Dragan fueron bastante tranquilos, quitando algún que otro comentario sobre su pelo. A pesar de la escasa importancia de su madre dentro de la familia recibió la educación típica los descendientes de los V'neef y pronto destaco por su gran compresión de la burocracia y del arte del comercio así como por su falta de talento para la guerra. Este hecho desesperaba a su padrastro, un guerrero retirado que de algún modo consiguió casarse con la madre de Dragan cuando este tenía doce años y que se obsesionó con convertirlo en un guerrero. A medida que pasaban los años y que sus habilidades de combate mejoraban la relación con su padrastro empeoró hasta tal punto que su enemistad llegó a ser bien conocida en la zona al igual que su buena puntería de Dragan fruto de las numerosas horas que practicaba ya que había descubierto que la arquería lo relajaba y le ayudaba a pensar. Un día mientras disparaba distraído flechas a una diana que se encontraba bastante lejos, oyó un grito que aparto a su mente de los negocios que estaba planeando y que para su consternación había sido causado por una flecha que había atravesado el pecho de su padrastro. Dragan no podía imaginarse en que momento le pudo parecer buena idea a ese hombre ponerse delante de la diana a la que disparaba pero en cuanto comprobó que estaba muerto si tenía muy claro que nadie creería que había sido un accidente. Así fue como Dragan decidió que lo mejor era limpiar el campo de tiro, coger sus cosas (o más bien todo lo que el y su caballo pudieron cargar) e irse al gremio de mercenarios del tal Lazarus. Todo ventajas escapaba de la justicia, tenía un nuevo proyecto por delante y quien sabe si además de hacer más rentable el gremio conseguía hacer que pagase impuestos quizás le perdonaban lo dematar a su padrastro al fin y al cabo le puede pasar a cualquiera.