Especial Carnavales 11/02/2018

Dejo esto para quien quiera poner un resumen o similar.

A cuatro vástagos (Nick, Dragan, yo y un "recluta" nuevo llamado Titus Folgore ) se nos encomendó la misión de llevar una carta a un tal Sailux. Cuando se la entregamos resultó que la misión en realidad era aprovechar la "Calibración" para, mediante el mundo de los sueños, contactar con Lazarus. El realizaría el ritual que nos permitiría entrar al mundo de los sueños y nosotros tendríamos que adentrarnos en ese mundo onírico, donde si moríamos.....moríamos en la realidad.
Despues de prepararnos nos dormimos y entramos a ese mundo.


Aparecimos en una especie de cueva oscura, con la anchura suficiente para no necesitar ir apretados. Despues de recorrer unos 20 metros llegamos a una gran sala iluminada con antorchas. Dentro había una pequeña montaña en cuya cúspide había un primitivo cofre. Alrededor vimos unas "flores" correteando. En ese momento oímos un lejano pero potente rugido, algo que se repetiría a lo largo de todo el viaje.
Decidimos investigar el cofre, así que procedí a escalar hasta el mientras Dragan vigilaba con el arco listo y Titus lo cubría. Cuando estaba llegando arriba las flores atacaron aunque apenas si resultaron una molestia. Su única cualidad destacable era el hecho de emitir veneno, pero contra un vástago de madera eso es inútil.
Dentro del cofre encontramos un mapa que indicaba nuestro destino. Procedimos a continuar.
En la primera noche de descanso notamos anomalías al recuperar esencia. Titus, no sabemos por que no pudo recuperarla.

Al día siguiente llegamos a un poblado aparentemente de humanos, pero nos dimos cuenta de que en realidad eran espíritus, uno de los cuales intento venderme unas "hierbas" a cambio de mi equipo. En otras circunstancias podría haber aceptado, pero nunca me desprendería de mi equipo en medio de una misión importante. A la salida del pueblo nos enfrentamos a unos "gatos grandes" pero, si bien mas poderosos que las "flores", tampoco supusieron un problema: un Energy Bolt de Titus y unos cuantos golpes de mi espada bastaron para despacharlos.
Seguimos avanzando varios días mas, y conforme lo hacíamos notábamos que estábamos entrando en una shadowland. Y notamos algo muy extraño: mis compañeros habían dejado de recuperar esencia debido a ello, pero yo la recuperaba con normalidad....(me pregunto si eso fue una peculiaridad del mundo de los sueños o algún efecto secundario de estar enlazado al "Faro" )

Al quinto día llegamos a una bifurcación: un camino era de donde salían los rugidos. El otro por donde estaba nuestro objetivo. Titus insistía en investigar primero el rugido para evitar una emboscada, pero decidimos ir primero a nuestro objetivo. Y así llegamos a junto de Lazarus, o al menos una proyección de él ( o algo así, no soy un experto en ocultismo). Nos explico que había creado una manera de "limpiar abisales" y podía conceder ese poder a uno de nosotros, pero solo para usarlo una vez. Dragan se ofreció el primero, pero un mal gesto hizo que Lazarus lo rechazase. Y, aunque yo era reacio a ello por estar ya enlazado al "Faro", Lazarus termino escojiendome a mi. Menciono que había que usarlo junto a una "celda" , quizás aquella que encontramos cuando reconquistamos Rió Sinuoso. Pero eso es algo que sera mejor que estudie el Consejo, ya que ellos son quienes mejor conocen a Lazarus.
Despues de esa conversación la imagen de Lazarus se deshizo (menciono que le suponía un gran esfuerzo mantener esa forma)

Al regresar entramos en la sala del rugido, donde resulto haber unos animales encadenados a columnas y, en el fondo, un vástago con una armadura blanca y armado con un Tetsubo junto a un enorme lagarto tirano. Despues de una breve charla descubrimos que el vástago no era consciente de donde estaba y apenas recordaba nada, solamente que era "el señor de las bestias" y debía cuidar a sus animales. Ni siquiera sabía si estaba vivo o muerto. Y recordaba el nombre del señor al que servía.......Espada Sangrienta. Al darnos cuentas de que podría ser un vástago oscuro de Ludwing, Titus intento convencerlo "amable y educadamente" de que nos acompañase, lo que provoco que sus animales se asustasen y el vástago junto a su montura cargase contra nosotros.
Lo que sucedió a continuación fue extraño: donde antes estaba nuestro compañero Titus ahora había un enorme reptil acorazado de tamaño similar al lagarto tirano (Titus luego nos explicaría que de alguna manera logró controlar el sueño para lograr eso). El combate fue corto pero brutal. Solo Titus en su forma "onírica" era capaz de resistir los golpes del vástago y su montura, pero a pesar de ello nadie se acobardaba. Pero nuestra misión era mas importante así que decidimos retirarnos. En ese momento, mientras Titus entretenia al vástago, el mundo empezó a desmoronarse......y despertamos.

Todos regresamos sin problemas y, extrañamente, conservando el mapa de ese mundo.

En medio de las festividades, Alicia y Victoria nos llamaron al Guía, a Garnet, a Matthew, a Trix y a mí, Katrina, para cumplir una importante misión con el fin de rescatar a Lazarus. Dicha misión consistía en viajar a la ciudad de Meru, un recuerdo de la Primera Era. Todo lo que hiciéramos allí tendría consecuencias en nuestra época. Para evitar cambiar el Presente, no podíamos influir en los acontecimientos del recuerdo. Nuestra misión era encontrar al hechicero Silor, el Empirista Irrecusable, que se encontraba en la Academia de la Divina Iluminación.

Alicia y Victoria tenían que realizar un hechizo para mandarnos al recuerdo de la Primera Era, con la condición de que no influyéramos en él durante los cinco días (el tiempo que duraron las fiestas) que debíamos permanecer allí. La misión consistía en llevar una caja con un pergamino incompleto y dárselo a Silor para que lo completase. Tanto yo como mis compañeros aceptamos la misión, y fuimos transportados al recuerdo.

Al despertar estábamos cayendo.  Garnet fue el único lo bastante ágil como para aterrizar ileso, los demás caímos bruscamente en mitad de una abarrotada plaza. Los lugareños reaccionaron asustados y pronto comenzaron a preguntar quienes éramos. Para evitar llamar más la atención, nos hicimos pasar por un teatro ambulante, pero no dio resultado. La policía no tardó en llegar, y para nuestra sorpresa, eran robots. Entre nosotros discutimos qué sería mejor: huir, o que nos llevase la policía sin montar alboroto. Nos decantamos por lo segundo, ya que quizá en la cárcel podríamos conseguir hablar con algún policía humano.

Pasamos largas horas en el calabozo hata que nos dieron la oportunidad de hablar con alguien, que resultó ser un representante de la ley que actuaba como juez y jurado. Matthew le susurró a Trix que mostrase su casta. Cuando la vio, el representante de la Ley agachó la cabeza y nos miró arrepentido. Nos ofreció su ayuda y en ese momento, nos dimos cuenta de que yo era la única que podía entender el lenguaje del antiguo reino. Le pedí al representante que nos indicase donde se encontraba la Academia de la Divina Iluminación. El representante no sólo nos indicó dónde estaba, si no que nos proporcionó un medio de transporte y nos asignó una escolta personal formada por quince robots.

Al llegar a la Academia, los guardians nos llevaron hasta Silor, quien no parecía sorprendido por nuestra visita. Le dije a Silor que nos encontrábamos en una misión secreta para una amiga y le pedí que terminase el hechizo incompleto del pergamino, a lo cual aceptó sin problemas. Silor se sintió bastante atraído por el Guía, y lo condujo a una parte donde no podíamos escucharle gracias a una magia de cúpula. Sospechamos que Silor le sonsacó información al Guía sobre su arma y su origen.

Después de charlar con el Guía, Silor nos ofreció una copa de vino. Sabía a gloria bendita. También nos invitó a quedarnos a cenar. Intentamos rehusar su proposición, pero fue muy insistente. Nos indicó que le pidiésemos a los criados ropa para la cena, y se despidió de mí, "Katrina", diciendo "luego te veo, cariño", a lo que los demás y yo, cuando se lo traduje, nos quedamos anonadados. Dimos por hecho que Silor me estaba confundiendo con su novia o esposa.
La cena transcurrió tranquila, sin demasiadas explicaciones. Después de la cena, Silor me tomó de la mano y me dijo que nos marchásemos a casa, que contaba conmigo, pero que llegué con demasiados días de antelación. Acepté acompañarlo para no llamar la atención, mientras mis compañeros se quedaron en la Academia para descansar, y de paso, intentar conseguir más información.

Llegamos a la casa de Silor. Cada rincón de la la casa de Silor desprendía abundancia. Casi todo en su casa estaba conectado por magia, desde puertas a ventanas. En el comfort de su hogar, Katrina comenzó a apreciar el atractivo de Silor, y con la hambruna que llevaba la pobre, no pudo dejar pasar la ocasión. Silor era un hombre instruído, pero eso no impidió que Katrina le enseñase un par de cosas.

Mientras Katrina disfrutaba de la compañía de Silor, sus infelices compañeros intentaron buscar información. Había demasiados sirvientes de guardia, por lo que desistieron y se concrentaron en descansar.

Cuando Katrina despertó a la mañana siguiente, Silor se estaba dando una ducha. Katrina no se lo pensó dos veces y decidió unirse a él mientras todavía estaba dentro. Después de pasar un buen rato, Silor animó a Katrina a que se vistiera para volver a la Academia. Silor entró a su vestidor y mandó a Katrina al suyo. Dentro había un montón de vestidos, pero un espejo llamó su atención. Katrina sintió que ese espejo le pertenecía, por lo que encendió su marca de casta para ver si respondía. El espejo vibró, pero no hizo nada más. Katrina se transformó en su tótem animal, y el espejo se abrió. Dentro habia libros, armas y vestimentas. Tanto las armas como las vestimentas estaban hechas de plata lunar. Los libros tenían escritos de demonios, magia y reinos. Sintió el impulso de llevarse algunas cosas, pero recordó que cualquier cambio efectuado en el recuerdo podía tener consecuencias imprevistas en el presente. Katrina decidió dejar lo que había encontrado y se puso un vestido normal.

Después de vestirse, Silor y ella volvieron a la Academia para desayunar con sus compañeros. Durante el desayuno, Silor los invitó a quedarse durante unos días, pero Katrina insistió en la importancia de partir cuánto antes para cumplir su misión. Silor le pidió que se quedara, a lo que Katrina respondió que debía marcharse, pero que volvería pronto. Silor besó a Katrina como despedida. Ella le dijo que tuviera cuidado, y Silor le respondió que siempre estarían juntos. Unieron sus manos y Katrina sintió cómo sus tatuajes cambiaban.

Silor les proporcionó un vehículo para que pudieran marcharse. Trix, la única que podía conducirlo, nos llevó hasta las afueras de la ciudad, a un parque donde pasaron los días hasta poder volver a su mundo. Al regresar, le entregaron la caja a Victoria y ella, satisfecha, vio que el pergamino estaba completo. Katrina le mostró a Victoria el extraño cambio en sus tatuajes, y todos vieron que era una brújula que comenzó a girar. Al detenerse, les señaló su nuevo objetivo.

FIN