Cenizas del Pasado III 22/08/2018

Los demonios, unos seres humanoides esbeltos y con largas extremidades, iban desde el metro cincuenta hasta los dos metros. Con caras en forma de luna creciente (barbilla y frente prominentes) y colores que cubrían toda la gama de grises hasta llegar al negro, se arrodillaron ante nosotros y, tras llamarnos sus exaltadas señorías, nos ofrecieron un lugar para descansar y entrar en calor. La gente tenía demasiado frío como para negarse ante tal ofrecimiento a pesar de las sospechas, así que aceptamos y nos dirigimos a su poblado.

Era raro, como sus habitantes. Chozas de madera y tela convivían con casas de oro en un batiburrillo que según mis acompañantes recordaba al hogar de los demonios. En la casa central encontramos a la reina, una especie de babosa enorme y gorda de nombre Cordal. No hablaba más que con telepatía; y aun eso no puedo asegurarlo ya que nunca nos habló directamente, sino que siempre lo hacía a través de su servidor Aua 'ua. En cualquier caso, nos explicaron que llevaban allí cerca de mil años, ya que un grupo de solares había buscado refugio en esa zona desolada para escapar de la persecución a la que se vieron sometidos, invocando a este grupo de demonios en particular para la construcción de la llamada fortaleza invisible donde ocultarse. Por desgracia para ellos, murieron antes de poder liberarlos y estaban atrapados en Creación. Con la promesa de desatar sus cadenas, nos guiaron hasta la fortaleza incrustada en la montaña.

Una vez allí, escuchamos una voz cantar una tonada sobre enamorados y emparrados, así que nos dirigimos a investigar. Cual fue nuestra sorpresa al encontrarnos a la vástago V'neff del pueblo allí, totalmente trastornada por lo que parecía un hechizo o en cualquier caso una influencia externa. La dejamos fuera de combate y la sacamos a una tienda para que durmiera la mona mientras investigábamos el lugar. La primera habitación, donde encontramos a la señora, resultó ser una especie de comedor. Un trío de maniquíes de cobre se hallaban tras la barra y, tras darles un poco de esencia (Alduin), comenzaron a limpiar años de polvo y descuido. No parecía haber nada útil y subimos las escaleras hasta lo que parecía la habitación principal y corazón de la morada, Allí, frescos del Sol Invicto en sus distintas facetas y un nuevo artefacto en el centro era lo más llamativo del lugar.

Dicho artefacto resultó ser una especia de mapa del exterior de la fortaleza en la que se marcaban toda criatura con esencia. Viendo solo a los demonios y la vástago que habíamos dejado atada en el exterior, nos tranquilizamos de momento. Aunque el hecho de no habernos topado todavía con ningún guardián era curioso... Salimos al exterior, o al menos a lo que parecía el exterior. Todo era falso, con el césped de seda y el horizonte pintado en las paredes. Era tan realista que examiné las pinturas y ¡entré dentro! Desde fuera parecía que estaba pintado en la pared, pero yo me vi en un precioso jardín relajante. Salí sin problemas y al examinar el resto nos dimos cuenta de que una parte estaba borrada. ¿Quizás alguien borró la imagen de una persona mientras estaba dentro? ¿Que efectos habría tenido eso en la desdichada víctima? Muchas preguntas y aún no habíamos investigado ni una cuarta parte de esta morada solar...