Reconstruyendo Las Noches 14/09/2018

Al que corresponda;

Yo, como buen miembro del Santuario y consumado explorador, decidí hacer un reconocimiento de la costa afectada por la guerra contra Hades. Realicé un llamamiento al considerar los posibles peligros que podían aparecer en la zona y tanto Atenea como Kojiro respondieron, así que los tres partimos hacia Chiaroscuro, la ciudad más grande de  la costa.

Nuestra primera parada fue Puerto Gaviota, donde solicitamos información sobre el frente. La señorita Krantiri no pudo darnos demasiados detalles salvo que la situación parecía un poco más calmada que antes (probablemente gracias a la ingente cantidad de dinero que está llegando a la ciudad desde el Santuario para mejorar sus defensas). En cualquier caso, nos deseó suerte en el viaje y nos proporciono algunas vituallas, incluida una especie de araña metálica que produciría una explosión o algo así una vez activada.

El viaje fue relativamente tranquilo. Pudimos avanzar por la costa sin demasiados incidentes gracias a mi capacidad para avanzar por la naturaleza. Y menos mal; porque le que vimos no tiene ninguna gracia. Patrullas constantes de las criaturas de Hades, incluidas las terribles arpías. Cada pequeño pueblo tenía una de las infames torres oscuras y los más grandes varias. Las ciudades grandes aún resistían pero sitiadas por las fuerzas del Señor de la Muerte. Siendo tres no podíamos hacer mucho, así que a pesar de los dictados de la ética y por un bien mayor, continuamos avanzando con afán de conseguir alguna información que ayudara en la futura guerra abierta.

Por fin llegamos a Chiaroscuro y contemplamos la ciudad con horror. A pesar de que aún resistía, tal y como indicaban los estandartes del Reino, estaba completamente rodeada por un ejército que incluía docenas y docenas de arpías entre otros monstruos. El suelo estaba excavado por todas partes para extraer materiales de las profundidades, vaya usted a saber las perversas razones de tal suceso. En cualquier caso, parecía que Hades estaba centrando sus esfuerzos en la ciudad. Barcos tan enormes que resulta sorprendente que se pudieran mover estaban anclados bloqueando el puerto y, mientras observamos, un nuevo navío salió de las profundidades gracias a lo que supongo sería el famoso faro, aunque yo nunca lo había contemplado hasta ese momento. En cualquier caso, nuestro instinto indicaba que el propio Hades se encontraba a bordo (el hecho de que el mástil ardiera con llamas azules sin consumirse, cosa que no ocurría en las demás embarcaciones ayudó, la verdad). Y el hecho de que poco después nos encontráramos con Caronte en una casa de campesinos terminó de confirmar que algo importante estaba teniendo lugar en esas latitudes. Luchamos brevemente, pero no estábamos preparados y no pudimos hacer más que huir sin causarle heridas relevantes, al menos físicamente. Su ego debió sufrir un fuerte varapalo cuando mi compañero logró empujarlo por un acantilado, ayudándonos a escapar. Especial mención también a Atenea, que sacó a la mujer y los niños de su hogar antes de que ardiera por completo. El padre no tuvo tanta suerte y dejamos su cadáver con la marca del tridente del Barquero. Viendonos comprometidos, decidimos regresar antes de que mandaran una partida para darnos caza.

Espero que estas informaciones sean de ayuda en la preparación del frente, y estoy a su entera disposición para proporcionar más datos en caso de que lo considere necesario.

Spoiler: