Correspondencia de Tiberius Alfen

Estimado Tiberius:

Le escribo desde la torre de hechicería Línevu y en nombre de esta. Hemos conocido su situación como estudiante independiente de las artes arcanas. No conocemos su verdadero potencial, pero la verdad es que estamos intrigados. La gran mayoría de los magos de Dagan han conseguido su perfeccionamiento arcano gracias a nuestros mentores, y los que no, han pagado obscenas sumas de dinero para poder acceder a una educación aparte.

Es usted uno de los pocos con la capacidad suficiente para llegar a conjurar por su propia senda, y eso nos impresiona. Normalmente cuando nuestros jovenes aprenden sus primeros conjuros, pasan una parte de su vida pagando con trabajo al imperio por darles esa educación, en su caso no debe nada a nadie y eso lo hace más libre aún.

Si le soy sincera, estamos interesados en conocerle más a fondo, saber como ha llegado tan lejos y ofrecerle la posibilidad de estrechar lazos con mi familia más allá del terreno de la propia universidad de la magia.

Atentamente, Lady Daiana Línevu

Querida Lady Daiana,

Me congratula que la familia Línevu me dedique una pequeña parte de su valioso tiempo. Llevo en la Guardia Imperial tan sólo 3 meses, que han coincidido con las fiestas del solsticio de invierno, y la verdad es que todavía no me he adaptado del todo a esta nueva vida. Sin embargo, he oído ya en varias ocasiones hablar de la familia Línevu y su torre de hechicería.

No puedo negar que admiro su importante labor como guardianes y maestros de los secretos arcanos. Su universidad de la magia acerca la posibilidad de aprender a aquellos que carecen de fortuna económica y que no tienen la suerte, como un servidor, de haber conocido a un mago que le sirviese de tutor en la juventud.

El interés por estrechar lazos es recíproco, se lo garantizo. Me pasaré por la torre en cuanto tenga ocasión. Es posible que, en cuanto recupere un poco la forma en lo que a magia se refiere, y me adapte a la gran ciudad, muestre interés en incorporarme a la Orden, en caso de que se me permita.

Si alguna vez pasan por el baluarte de la Guardia Imperial, no duden en visitar mi humilde confitería Arcanos Azucarados. Están ustedes invitados a probar mi mejor bizcocho de manzana.

Muchas gracias de nuevo,

Tiberius Alfen