Azote del Invierno 02/09/2016

Tras cumplir con buena parte de los objetivos que los Custodios se habian propuesto y teniendo que alargar la espera para que los ingenieros de cañones hagan su "magia" varios promotores de los Custodios están de acuerdo en que es buen momento para afrontar el reto que la unidad de respuesta rápida a la que pertenece Klauss había propuesto.

Klauss prepara el viaje hasta las lejanas tierras heladas que rodean a la fortaleza Permafrost y ruega al equipo que prepare sus cosas para poder afrontar tamaña amenaza.

Pues esta vez eran los medianos y en concreto Klaus los que necesitaban la ayuda de la "alegre compañía", Severus, Kilthoran, nuestro nuevo miembro Daniel y el que escribe Julius, nos pusimos manos a la obra para cumplir la misión que estaba digamos un poquito lejos. Se trataba de tomar ni más ni menos que la fortaleza Permafrost, en lo alto de las montañas más allá del gran desierto.

  Parecía que ya llegar iba a ser peliagudo, pero Klaus dio muestras de sus recursos al conducirnos a través del desierto, y rio arriba hasta la ladera de la mismísima fortaleza, sin ningún contratiempo. Una vez allí nos explico que podría introducirnos en la fortaleza por unos túneles inundados y peligrosos, pero que después nos las veríamos y desearíamos para cumplir la misión.

 Pero efectivamente los túneles demostraron ser peligrosos, aunque el tema de la inundación estaba resuelto porque el rio subterráneo estaba congelado, la temperatura podría ser un problema si se tratara de otro grupo, pero no creo que haya muchos  mejor preparados contra las inclemencias climatológicas que el nuestro, mis tres compañeros usaron sendos hechizos, mientras que yo dejé salir a la bestia de mi interior, y mi forma de oso polar se encontraba a las mil maravillas en este ambiente. Solucionado este tema nos quedaba el siguiente: dos enormes criaturas  acechaban bajo el agua esperando "romper el hielo" con cualquiera que pasara por allí. Se trataba de dos gigantescos Gusanos Polares, unas criaturas de las que había oído hablar en mis libros (creo recordar que en concreto en el Bestiarius Terribilis) capaces de congelarte con su gélido halito y de engullir a una vaca de un bocado, y para mi lo más terrible que al matarlos explotaban devastando todo a su alrededor.

  Pero de la primera sorpresa no tenia ni idea, salieron entre nosotros atravesando el hielo y emitiendo un sonido extrañísimo, que parecía vibrar en nuestras cabezas, aquí todos demostramos nuestra fuerza de voluntad menos Severus, que debió quedarse hasta tarde rezando y sucumbió al poder atontante de los monstruos y parecía que iba a pagarlo claro, porque quedo justo entre las dos bestias terriblemente vulnerable, afortunadamente sus compañeros no lo dejaron en la estacada. Yo corrí a socorrerle y utilicé mi nuevo hechizo: pollimorfar, para transformarlo en la forma más resistente que se me ocurrió, la de horrible Saga Annis. Mientras mis compañeros aseguraban el otro flanco y Klaus se dedicaba a furtivear a los gusanos. En cuanto vi que Severus estaba bastante a salvo y tras catar dos veces el gélido hálito, ( que afectó en especial a mi amigo Mordisquitos) recordé lo de la traca final de estas criaturas, y bastante atemorizado por este tema decidí combatirlas desde lejos. Pero afortunadamente Severus que ya se había despertado del atontante gorjeo dio con la solución, lanzar golpes que más que herir atontaran a nuestros adversarios. La verdad es que no se como hacerles eso a estos gusanos, pero Severus, aprovechando al máximo la poderosa forma que le había conferido, si sabía como hacerlo, y así al cabo de unos segundos los gusanos se iban corriente abajo inconscientes.

Tras un largo mes en el que cada uno dedicó su finito tiempo a lo que creyó oportuno la unidad formada por los señores D'Serrian, Turtok, don Julius y un servidor partieron prestos a su nueva tarea: acompañar al mediano Klaus ,como miembro de la unidad de respuesta rápida a la que pertenece, en su intento de hazaña para asi conseguir conmemorar su exito o recordar su fracaso.

El viaje transcurrió sin problemas, hasta que atravesando un tunel helado para llegar hasta el Valle de la Escarcha Carmesí fuimos sorprendidos por dos criaturas nacidas del gélido invierno que a diferencia de mis compañeros me sorprendieron con sus gritos, solo la bendición de kelad impidió daños mayores. El combate transcurría a mi alrededor mientras yo seguía absorto tras el grito de la criatura, pero Julius, guiado sin duda por nuestro señor Kelad, en un impulso de supervivencia del grupo decidió usar sus artes transmutatorias sobre mi para transformarme en una extraña criatura con suficiente capacidad como para derrotar a esas ya heridas sierpes por el resto de mis compañeros. Advertido por éste de que las criaturas podrían explotar al "cálido" abrazo de la muerte determiné que no era ese su momento para morir aún asi que opté por dejarlas inconscientes y que fese el río el que determinase su muerte o no.

Tras el enfrentamiento proseguimos nuestro camino hasta encontrarnos lo que parecía una enorme calavera que de sus cuencas salía el agua que formaba el solido y cristalino rio. Al pasar a través de estas pudimos observar que el craneo tenía una apertura o fractura, como prefirais, entre sus huesos parietales y el occipital dando paso al Valle de la Escarcha Carmesí, donde kis signos de antiguos conflictos de otra era y otros seres eran más que evidentes y en el cual en lo alto de la montaña se encontraba la fortaleza de Permafrost, nuestro objetivo.

Gracias por los resumenes caballeros. Aquí tienen sus puntos de experiencia incluído ya el resumen y el bono de Mael por libraros de las explosiones crionucleares de las serpientes.

Daniel 1200
Julius 1700
Mael Severus 2000
Kilthoran    1200

Y así conseguimos llegar a la base de la fortaleza Permafrost. Con unas capas blancas evitamos ser detectados desde la cima y nos aprestamos a alcanzar el interior de la fortaleza atravesando una grieta que apareció a raíz de unos recientes corrimientos de tierras. Al adentrarnos en las cuevas se hizo patente la atmosfera de maldad y opresión que nos habían descrito nuestros aliados de pequeño tamaño, era como si a aquel rincón del mundo no llegara la alegría y como si nuestras antorchas, en vez de iluminar, solo apartaran un poco las sombras permitiéndonos ver sólo lo malo en el entorno, amenazando con aplastarnos si flaqueábamos un instante.

La travesía por las cuevas no deparó nada que no esperáramos, caídas y desniveles que salvar, cámaras inundadas, y un casual tropiezo con un cubo gelatinoso (que aunque casual bien podía haberse cobrado las vidas de Kilthoran y la mía propia), un habitante habitual de húmedos y oscuros túneles, aunque me pregunto de que se alimentaría en este, porque aparte de nosotros no existía rastro de vida. Esto me lleva a pensar que ,o bien estos túneles están conectados con otros mas largos y poblados, o bien la maldad que irradia este lugar es reciente.

Tras más de doce horas de viaje y agotados por la travesía decidimos parar para descansar, dormir algo y recuperar conjuros. Pero descubrimos que la maldad de este lugar hacia imposible el descanso, y lo que era aún más preocupante, también influía de alguna manera en la conexión divina de los clérigos impidiendo que estos recuperaran hechizos.

Fatigados y con la reserva de hechizos al mínimo decidimos continuar hasta llegar al castillo y ver que encontrábamos allí, dos horas más de caminata sin incidentes nos llevaron hasta un muro manufacturado que parecía no haber sido afectado por el terremoto, utilizamos el poder de nuestro cetro para atravesarlo y aparecimos en una extrañísima sala. La llamaremos la "sala trampa"

En esta inmensa sala de 30x40 metros las columnas, que en total sumaban 9 , parecían ser unos gigantescos gusanos polares petrificados, todas las baldosas de esta estancia parecían estar numeradas en una lengua hace tiempo olvidada. Tenían la apariencia obvia, de ser trampas o disparadores mágicos, menos una pequeña zona en cada esquina que parecían lugares seguros. Lo mas desconcertante de esta estancia es que no tenia entradas ni salidas, lo que nos llevaba a pensar que debía haber algún tipo de mecanismo para abrir alguna puerta secreta. Afortunadamente con nosotros estaba Klaus, un saqueador de amplia experiencia, capaz de detectar y distinguir las baldosas con trampa, casi siempre, y logro clasificar las trampas en dos tipos las que te teloportaban en una dirección al azar y en otras que preferíamos no descubrir su utilidad. Así nos pusimos con la ardua y peligrosa tarea de encontrar el mecanismo de salida y después de un par de encuentros con la trampas de dispersión encontramos una baldosa que se hundía en el suelo cuando alguien la pisaba y parecía accionar algún tipo de mecanismo en la columna central. Pensábamos que podía ser la salida. Y así estábamos cuando la desesperación y la falta de paciencia se apoderaron de Severus, que sin advertir nada a sus compañeros decidió probar una de las trampas desconocidas, en ese momento la columna más cercana se despetrificó y resulto ser un gusano polar petrificado justo en el momento en que explotaba en una helada agonía. La onda expansiva me empujo dentro de la esquina donde me hallaba, que resulto ser un refugio seguro, pero mis compañeros no tuvieron tanta suerte, una arrolladora explosión de frio y pura energía impactante los derribo como si fueran hojas y a punto estuvo de segar la vida de todos, pero al final fue el propio Severus el que se llevó la peor parte. Herido por la trampa de dispersión estábamos en la duda de si lograría salvarse de las terribles heridas que recibió...

Pero aquí seguíamos encerrados, y aún con la duda de si lograríamos escapar de esta "trampa mortal"

Puntos de Experiencia de la 2ª Sesión

Mael 1200
Kilthoran 1200
Daniel 1400
Julius 1200+400= 1600

Puntos de Experiencia 3ª Sesión

Mael Severus (DEAD)
Kilthoran 2200
Daniel 2500
Julius 2200+400=2600
Aelia 1000

Puntos de Experiencia de la 4ª y última sesion de esta aventura

Kilthoran 4200
Daniel 5200
Julius 4200+400= 4600
Aelia 4500

Equipo Recuperado del templo de Transfrost

-Coraza Helada (Armadura Completa +1)
Guantelete Toque Gélido; Pertenece a la Armadura de Trasfrots, este guantelete si se lleva puesto como parte de la armadura podrá hacer ataques de toque o impacto común añadiendo un +1 al ataque y al daño y en caso de impactar hará 1d10 de daño adicional y el afectado deberá superar una fortaleza CD 14+Bono Con del portador para no sufrir un punto de daño a fuerza. (Este efecto solo funcionará si el afectado sufre daño por frío del guantelete)

-Rompehielos; (Gran Hacha +1)
Congelante; suma 1d10 de daño por frío y en caso de impactar el afectado deberá superar una fortaleza CD 14+Bono Con del portador para no sufrir un punto de daño a Fuerza (Este efecto solo funcionará si el afectado sufre daño por frío del hacha)

-Corona de las Nieves; (Ocupa espacio de Yelmo)
Resistencia Frío 15
Robaliento; Puede rematar a cualquier criatura viva de sangre caliente en un radio de 50' como acción gratuita que esté entre -1 y -9 inconsciente ganando tantos pgs temporales como dg de la criatura que muera de esta manera. Estos puntos temporales se acumulan "en la corona" sin límite y serán independientes de cualquier otro pg temporal. Serán también siempre los primeros en perderse en caso de sufrir daño.

Encerrados en esta trampa mortal, comprobamos que Severus no respiraba (una gran pérdida para la compañía), al final dimos con los mecanismos que abrían la trampa y ascendimos la escalera de caracol por el hueco que apareció en la columna del medio.

  Tras una larga subida llegamos a una sala decorada con tapices muy antiguos que describían una antigua batalla, la lucha contra los gigantes que las razas pequeñas realizaron hace siglos, en ella aparecía un héroe trasgo, que en los tapices parecía un dios. Además un guardián metálico custodiaba una puerta y al acercarnos una voz mágica, que salía de un vórtice de energía en el medio de la sala, se comunicó con nosotros, al parecerl un tesoro nos esperaba al otro lado de la puerta, y la voz se comprometió a darnos lo que necesitáramos en nuestra guerra por la supervivencia si accedíamos a no llevarnos uno de los tesoros (advirtiéndonos además que podríamos desatar algo para lo que el mundo aún no está preparado-que mal rollito-). Teniendo en cuenta nuestro estado de necesidad, lo debilitados que estábamos como para tener que enfrentarnos al guardián, y que realmente tampoco nos apetecía desatar un gran mal en el mundo. Pues accedimos. Kilthoran pidió tener el poder para arreglar lo que está mal y una extraña fuerza se adueño de el, Daniel pidió poder destruir de un golpe a los perros y su arma se lleno de energía perricida; y yo que mi maestro me había advertido mucho hacia los malos deseos y sobre quedar en deuda con los malvados, pedí poder convertir la mala gente en buena, y al parecer mi bastón tiene ahora el gran poder de expiar los pecados .

  En la sala encontramos una estatua de hielo a imagen y semejanza del trasgo cuasi divino, pertrechada con una armadura completa, hacha y corona mágicos, y una especie de semilla extraña, que al parecer era lo que quería este ente para si. Dejamos la semilla y saqueamos el resto, esperando fuera de utilidad para nuestra campaña. En está zona por fin pudimos descansar y recuperar los conjuros (¿sería por la influencia de la extraña semilla?)

  De aquí salimos a una gigantesca sala con forma de huevo, que parecía además el origen de toda la malignidad de la zona. Sin incidentes salimos a un pasillo donde había un cierre mágico que impedía entrar en estas estancias, pero no salir, así que nos dispusimos a la toma del:" Castillo Permafrost"

Desde la Nación Mediana Klauss nos cede parte de la ampliación de recursos que le han concedido tras la victoria de Permafrost también una buena parte de la venta de derechos de usufructo, un par de rutas comerciales y parte del arte encontrado por toda la fortaleza, que finalmente han decidido vender a coleccionistas para financiar la reconquista más duradera de Perfmafrost.

Por ello Klauss os hace llegar 20.000 piezas de Oro acuñadas en Agnomia para que os prepareis para la batalla final contra los perros invasores y os da las gracias de corazón por tan grande sacrificio el tomado para apoyarle.

La toma del castillo Permafrost. (o crónica de una cagada anunciada).

Cuatro fieros aventureros contra todo un castillo de goblinoides parecía algo sencillo, así que, guiándonos por el mapa que nos había conseguido Klaus, escogimos el blanco donde podíamos hacer más daño, en este caso pensamos que la sala del trono, una enorme sala donde pensábamos que podían estar los lideres y tal vez los guardianes, y tras armarnos con nuestros mejores hechizos entramos a la carga. Dentro de la sala nos esperaban una veintena de estos extraños trasgos y una niebla extraña en el medio de la habitación.

Kilthoran no pudo resistirse y cuando vio que tenia seis enemigos en línea les lanzo un poderoso golpe de relámpago. Aelia se coló invisible esperando tener la ocasión de liquidar a algún líder por sorpresa. Daniel entro con su espada cargada de energía y la descargó contra un enemigo. Y yo convoque al relámpago y le lance un zarpazo al goblinoide más próximo con mi forma de oso polar. Cuando tras todo este despliegue no conseguimos abatir ningún enemigo empezamos a pensar que igual no sería tan fácil.

Pero no cundió el desánimo, Daniel y yo nos pusimos el mono de trabajo y empezamos a acabar con nuestros enemigos. Tras pasar unos asaltos observando el combate Aelia decidió atascar las puertas para que nuestros enemigos no recibieran refuerzos. Kilthoran pensó que era una pena malgastar hechizos y saco su ballesta .

Y así transcurrieron casi un minuto hasta que acabamos con nuestros enemigos, tiempo que estaban aprovechando nuestros enemigos dentro de la niebla para irse lanzando hechizo tras hechizo dopador, al amparo de esa niebla mágica que también nos impedía escucharlos sin que nosotros hiciéramos nada por evitarlos. De ese modo no nos sorprendimos del todo cuando un lobo invernal enorme, una especie de trol de hielo, un méfit de hielo mediano y una hidra de doce cabezas. En un visto y no visto en la habitación solo quedaba yo, así que todos decidieron atacarme a mi, usé mis mejores hechizos evasores, pero al final caí inconsciente. A partir de aquí relato lo que me contaron que pasó. Entonces los monstruos decidieron seguir a Daniel y Kilthoran por el pasillo donde Daniel estaba trabado con otra docena de trasgoides, y al parecer ese pasillo los derrotó porque al ser tan grandes y no poder maniobrar no conseguían impactar con sus mortíferos ataques. Por fin Kilthoran se decidió a lanzar un disipar magia y una de las bestias se reveló como un trasgo pollimorfado, Con menos dopes mágicos y faltos de moral las otras falsas bestias no tardaron en caer, momento en el cual su cabecilla (el mago responsable de todo este follón) nos ofreció la rendición si respetábamos la vida de sus súbditos, y les dábamos suficiente comida para que no murieran de hambre.

Como al final resultó que estos trasgos no eran mala gente, y en el fondo los estábamos expulsando de su hogar, les ofrecimos hospedarse en la fortaleza donde recientemente habíamos liberado a los alquimistas, porque pensamos que bien podían defenderla.

Asi, finalmente sin bajas y no se sabe como conseguimos completar la misión con éxito.